Frida Kahlo: la introspección del sufrimiento y la agonía

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Se acabaron las vacaciones y mARTE regresa con una mARTista que no podía faltar en la lista. Catalogada como surrealista por el mismo André Breton, Frida Kahlo (1907-1954) es una de las artistas femeninas con más reconocimiento a escala internacional y sin lugar a duda una joya nacional. Su vida es una verdadera historia para ser contada pues Frida fue siempre atormentada por el sufrimiento y la muerte convirtiéndose en una guerrera arraigada implacablemente a la vida. De familia acomodada, padre alemán con ataques epilépticos y madre depresiva, Frida aprendió a la temprana edad de 6 años lo que es el dolor al contraer polio, etapa que marcaría su vida para siempre. Después de más de medio año obligada a permanecer en cama logró recuperarse pero la enfermedad le dejo una cojera patente. Este fue el primero de muchos  desafíos que atravesaría en su vida y así comenzó a definir su carácter rebelde con el que reivindicaba su libertad y su diferencia.

A los 18 años fue víctima de un trágico accidente de autobús que le dejaría secuelas físicas con las que tuvo que lidiar hasta su muerte: triple fractura de la columna vertebral, fractura de clavícula, fractura en la tercera y segunda costilla, fractura de pelvis, hombro dislocado, abdomen y vagina perforados, once fracturas en la pierna derecha y pie derecho dislocado. La experiencia traumática debido a la recuperación del accidente y las constantes operaciones a las que tuvo que someterse, son la principal inspiración para su arte, la expresión del sufrimiento y la agonía de una mujer distinta, encarcelada en su propio cuerpo e historia. Irónicamente Frida comentó a su novio de entonces, Alejandro, que el accidente le había quitado su virginidad.

Autoretrato en vestido de terciopelo 1926

Autorretrato con vestido de terciopelo, 1926

Postrada en cama por largas temporadas, comenzó a pintar con un espejo sobre su lecho en el cual se observaba como víctima de su propio cuerpo, de sus lesiones y de la enfermedad. Fue una época de confrontación constante con su propia identidad, pues la única aproximación humana que tuvo fue con ella misma. Así su obra se conforma principalmente por autorretratos, siempre fantasiosos pero honestos con el estado interior de una profunda autoconciencia de su realidad: pesadillas, sufrimiento, heridas y soledad. La fragilidad de su vida contrasta con su fortaleza y su determinación por mantenerse con vida, fiel a su arte e ideología. Durante su convalecencia, Frida se sumergió en el imaginario renacentista y en 1926 termina su primera pintura oficial Autorretrato con vestido de terciopelo en el cual se aprecia la influencia del estilo de grandes artistas italianos, como Parmigianino o Botticelli. El cuello alargado recuerda al vanguardista Modigliani. El cuadro fue dedicado a Alejandro, quien poco después del accidente terminó con la relación. Algunas de sus obras muestran ecos de grandes influencias filosóficas como el pensamiento de Schopenhauer, a quien descubrió gracias a la influencia de su padre, o Freud quien inspiró una de sus obras maestras Moses  en 1945.

Henry ford hospital 1932

Hospital Henry Ford, 1932

Moses 1945

Moses, 1945

Hija de la revolución mexicana, Frida desde muy joven se posicionó a favor del partido comunista y su idealismo revolucionario determinarían gran parte de su destino. A los 20 años conoció al pintor Diego Rivera, 21 años mayor que ella, gracias a un círculo de jóvenes artistas comprometidos con el partido comunista. La polémica relación, que duraría casi tres décadas, se caracterizaría por el amor, la amistad, la traición, el odio y la agonía. Su matrimonio fue tomado con escepticismo desde el inicio, solo su padre acudió a la ceremonia. Al comienzo, a pesar de parecer una pareja sin sintonía, su relación pareció encontrar una armonía especial entre el arte y la política. Sin embargo, una serie de abortos debido a la infertilidad de la artista, secuela de su accidente, y a las constantes infidelidades mutuas, indujeron a la relación a la decadencia más tortuosa y turbulenta. La propia Frida alegó alguna vez que Diego había sido su ‘segundo accidente’. Lo único que los mantenía unidos era la pasión por el arte y su devoción por el comunismo. Rivera admiraba el arte de Frida y lo manifestaba con declaraciones halagadoras como “Ninguna mujer ha plasmado tanta angustia poética sobre el lienzo como lo ha hecho Frida… sus obras maestras son sin precedentes en la historia del arte, pinturas que glorifican las cualidades femeninas de resistencia, verdad, realidad, crueldad y sufrimiento.”

fulang chang y yo 1937

Fulang Chang y yo, 1937

La Casa Azul, el emblemático hogar de la familia Kahlo, fue el epicentro de grandes encuentros intelectuales y políticos. Entre sus huéspedes se encuentra Leon Trotsky, quien encontró refugio en el hogar de Frida en sus dos años de exilio de la Unión Soviética. Frida y Trotsky mantuvieron un romance discreto durante este tiempo, basado en la admiración y el respeto. Esta ayuda que Diego y Frida ofrecieron a Trotsky les provocaría problemas legales años más tarde. Otro de los célebres visitantes de la Casa Azul fue André Breton quien no tardó en reconocer el talento de la artista, fue cautivado y fascinado por su obra. Enseguida intentó incluirla dentro del movimiento surrealista cuando dijo “mi sorpresa fue desenfrenada cuando descubrí, en mi llegada a México, que su obra había florecido en sus últimas pinturas hacia el surrealismo puro, a pesar de no tener conocimiento previo de ninguna de las ideas que motivaban las actividades de mi círculo.”  La invitó a París para una exposición individual, en donde mantuvo contacto con otros grandes exponentes vanguardistas, tal como Marcel Duchamp, Max Ernst, Kandinsky y Picasso. Este viaje ayudaría a Frida a ganar terreno con una proyección internacional destacable, consiguiendo una independencia artística y una emancipación simbólica de su relación con Diego Rivera. Sin embargo, la experiencia de Frida con los surrealistas no fue del todo agradable y decidió alejar su arte y su persona lo más posible de ellos. Frida escribió en 1938 a Nickolas Muray “Marcel Duchamp, es el único que tiene los pies sobre la tierra entre esta bola de lunáticos hijos de la chingada de los surrealistas… los otros me hacen vomitar… son tan pinche intelectuales y podridos que ya no los soporto más.”

autorretrato con el cabello corto 1940

Autorretrato con el cabello corto, 1940

La segunda mitad de la década de los 30 fue fructífera en cuanto a su producción artística. Su carrera artística iba en auge, pero su estado físico y emocional se deterioraba. A su regreso de París, después de comprobar las constantes infidelidades de Diego con su hermana Cristina, decidieron por mutuo acuerdo tramitar el divorcio. Frida cayó en una profunda depresión, cortó su hermoso cabello marrón oscuro y comenzó una etapa de alcohólica oscuridad. Frida dijo “intenté ahogar mis penas con el alcohol, pero las condenadas aprendieron a nadar.” Sin embargo, un año después, la pareja volvió a contraer matrimonio bajo dos condiciones previamente acordadas: Frida sería financieramente independiente y no mantendrían relaciones sexuales. La década de los 40 se caracterizo por un reconocimiento y éxito nacional de una Frida ya consolidada como artista a gran escala. Comenzó como profesora de pintura y escultura en la escuela ‘La Esmeralda’ en donde causo gran impresión pues su personalidad tan especial y su manera de vivir fueron más influyentes para sus estudiantes que su pintura misma.

La columna rota 1944

La columna rota, 1944

Para entonces Frida ya casi no podía caminar o levantarse y a partir de 1944 fue nuevamente obligada a mantener reposo constante, del cual ya no se repondría. Años mas tarde su pie derecho fue amputado y su hogar paso de ser la hermosa Casa Azul al hospital en el cual paso sus últimos años. “Pies para que los quiero, si tengo alas para volar”. Un año antes de su muerte se celebró la primera exposición individual de Frida en México en una conocida Galería de Arte Contemporáneo de la ciudad. Debido a su mal estado físico, se tuvo que poner una cama en la galería para que pudiera acudir al evento inaugural. Su llegada en ambulancia fue espectacular y se ha convertido en una escena mítica del arte. Rodeada de prensa y amigos que la felicitaban, Frida pudo vivir el verdadero reconocimiento de su vida y de su arte; el éxito rotundo había llegado a su vida, mezcla de teatro, sufrimiento y talento. Murió en la Casa Azul el 13 de julio de 1954 poco después de cumplir 47 años. En la noche de su muerte Frida dio a Diego un anillo de plata para conmemorar su aniversario que se celebraría un mes después. Diego preguntó por qué le daba el regalo con tanta antelación, Frida contestó “porque siento que voy a dejarte muy pronto.”

El talento de la artista mexicana es indiscutible. Su estilo tan característico, mezcla entre surrealismo y realismo mágico con rasgos populares de la tradición mexicana la hacen única y auténtica. Su vida poco convencional se plasma en cada una de sus obras pues para entender el arte de Frida Kahlo es imprescindible conocer su historia. Se legado pictórico es uno de los más cotizados en el mundo artístico y seguramente su recuerdo estará presente por siempre.

Dora Prin

El venado herido 1946

El venado herido, 1946

Fuentes:

Barrus, C. Frida Kahlo ‘I Paint my Reality’. 2008, Thames & Hudson Ltd, London.